De Nájera a Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada
Domingo, 30 de Octubre de 2011
Penúltima etapa de mi particular Camino en esta ocasión... Este será mi último día en albergues, y en La Rioja, porque mañana dormiré, si todo sale según lo planeado, en Briviesca. La etapa de hoy, según he leído, es una etapa fácil, con escasos desniveles, que transcurre a través de un territorio suavemente ondulado. Y si a eso le añadimos que tengo la suerte de hacerla en compañía de Felipe, si ya era fácil de por sí, de esta forma será un alegre paseo.
Me levanté en "La Madriguera" de San Asensio con las primeras luces, y tras desayunar con José Luis, esperamos a Felipe y Marisa en la carretera del pueblo. Me recogieron a las 9:15 y volvimos a Nájera a continuar el Camino desde donde lo dejé el día anterior. La mañana era espléndida, y los bancos de niebla marcaban las riberas de los ríos circundantes. Además, un mar de nubes se precipitaba en Pancorbo desde La Bureba hacia La Rioja. Una vista extraordinaria adornada con los viñedos multicolores de las fechas otoñales.
A las 9:30 de la mañana estábamos preparados para partir desde el puente sobre el Najerilla camino de Santo Domingo, donde quedamos con Marisa hacia las 13:30-13:45, hora estimada de llegada. Un contraluz con la iglesia del monasterio a mi espalda dio paso al comienzo de la caminata.
Salimos de Nájera por detrás del monasterio de Santa María la Real, donde tomamos la calle Costanilla, de pendiente pronunciada, y proseguimos en dirección a Azofra por un agradable pinar. Caminamos por solitarias pistas agrícolas, algunas recientemente asfaltadas, entre viñedos, disfrutando de las dos cordilleras montañosas que delimitan este valle: al sur las montañas de Ezcaray, que se convierten en estación de esquí en la época invernal, y al norte la Sierra de Cantabria, límite natural con la provincia de Álava.
El camino hasta Azofra, de perfil bastante plano, lo realizamos sin dificultades, y entre la charla y la revisión de los inexistentes aviones en vuelo en las diferentes rutas comerciales, llegamos casi sin darnos cuenta al pueblo al cabo de 1 hora. Allí nos encontramos con María, la mejicana (popularmente conocida como "Dora la exploradora") y los dos coreanos fotógrafos que, inexplicablemente, habían decidido hacer la etapa descalzos!!!. Sería el vino de Irache?? O es que les enloqueció el Camino?? No pude entender el motivo, pero es verdad lo que os cuento. No les volvimos a ver durante el resto del día, pero espero que llegaran sin percances en los pies, porque si no, se les habría acabado esta bonita aventura... Y querían llegar a Santiago!!!
Azofra cuenta con una iglesia en el centro del pueblo, del siglo XVI, así como diversas casas señoriales engalanadas con escudos de armas, algunas de ellas como el Hotel Real Casona de las Amas, están habilitadas a disposición de aquel que desee utilizar sus servicios.
A la salida de Azofra seguimos la carretera a Alesanco y pasamos junto a la Fuente de los Romeros, y poco después junto al Rollo Judicial, datado en el siglo XVI. Desde Azofra hasta Ciriñuela nos separaban 11 Km de camino sin posibilidad de avituallamiento, pero habiendo desayunado bien y con la botella de agua rellenada de frescura y unos almendrucos que me quedaban de hace un par de días, hemos continuado la ruta. El cielo azul y despejado ha pasado, de no tener aviones surcándole, a estar atestado de maquinas voladoras, cada una de ellas dejando su rastro blanco tras de sí. Parecía que los pilotos habían oído los comentarios anteriores de Felipe y se habían apresurado a dibujar lineas en el inmaculado azul del cielo...
Seguimos por cómodas y largas pistas agrícolas a través de un terreno moderadamente ondulado. En el trayecto alcanzamos a Linda y a Eva, la australiana y francesa que, a pesar de los problemas de rodilla, continuaba en ruta. Los comentarios sobre los viajes y movimientos de residencia habituales en otras culturas, sin el arraigo tradicional de los españoles, fue el tema de conversación durante los 5 minutos que caminamos a la par.
Tras dejarles atrás y antes de subir una pendiente "interesante", Felipe se ha recolocado los calcetines para evitar rozaduras, y con media docena de almendrucos menos en el bolsillo y seis mas en mi estómago, hemos continuado la marcha hasta lo alto de la colina. Unas uvas tempranillo, maduras y sabrosas, nos han refrescado y endulzado el camino. Han sido las ultimas viñas que hemos encontrado en la etapa. El cereal y los campos de patatas (ahora en barbecho) han aparecido en el paisaje para hacerse con él en su totalidad.
A la llegada a Ciriñuela nos sorprendimos con la presencia de un campo de golf (con bar-restaurante abierto al público) de reciente construcción, donde los socios practicaban diferentes tipos de golpes. Junto a él se levantaba la correspondiente macrourbanización, una gran parte de ella en venta (hasta con el 30% de descuento) y poco habitada, que se ha tragado una tramo importante de la traza histórica del Camino.
Las flechas amarillas nos fueron llevando de forma un tanto caótica por las calles urbanizadas hasta la entrada al casco antiguo del pueblo, A la derecha, y situado a pocos Km de donde nos encontrábamos, se podía ver el vecino pueblo de Ciriñuela, posible alternativa al Camino original que evita el paso por medio de la nueva organización cercana al campo de golf. Monumentos al peregrino hechos en metal, sombras aparte, se levantan tanto al inicio de la localidad como en la nueva rotonda a la salida del pueblo.
La nueva rotonda marcó el inicio del último tramo rectilíneo de 6 Km hasta Santo Domingo. Anduvimos 300 metros por la carretera hasta desviarnos a la izquierda por una pista agrícola, que discurría entre colinas, rebaños de ovejas, milanos y un ultraligero que sobrevolaba las proximidades de la ciudad en un día espléndido para volar.
Desde lo alto de un collado pudimos apreciar la ciudad de Santo Domingo de la Calzada a lo lejos, nuestro final de etapa, donde la orgullosa torre de la Catedral despuntaba sobresaliente sobre los tejados de la ciudad.
La amplia llanura regada por el río Oja se expande por una extensa zona alrededor de la ciudad, siendo el cultivo de la patata y los cereales las principales actividades de la zona. Al fondo, los montes Obarenes suponen un broche magnífico para enmarcar la amplia vista del valle.
La torre de la catedral de Santo Domingo se veía "ahí mismo", tan cerca que casi se podía alcanzar con la mano, pero aún tendríamos que emplear más de 30 minutos para llegar al centro de la ciudad en busca del albergue de peregrinos, donde habíamos quedado con Marisa. Para hacer el último tramo mas ameno, lo fuimos recorriendo al son de canciones populares, infantiles o de charangas, desde el famoso "uno de enero..." hasta aquella de "un elefante se balanceaba..", pasando por la de "la rana que estaba cantando sentada debajo del agua" o los silbidos de "el puente sobre el río Kwait".
El albergue de peregrinos de la Cofradía del Santo, con más de 200 plazas disponibles, lo regenta la misma cofradía que desde el año 1106 ejerce la hospitalidad con los peregrinos. Una vez registrado y con mi litera asignada, tomé una rápida ducha, cambio de ropa y a comer, invitado por "la rubia", en el Parador. No os cuento cómo estaban el cardo y el rabo de toro para que dejéis volar vuestra imaginación como más os guste... pero os repito lo que ya os he dicho en alguna ocasión anterior: "Qué bien se come en La Rioja!!"
Tras el café y la sobremesa decidimos dar un paseo por el casco antiguo de la ciudad, no sin antes volvernos a "vestir" de peregrinos, esta vez utilizando ropajes clásicos, con el perceptivo capote, el sombrero de ala, la concha de peregrino y el bordón con calabaza en la mano, acompañados por las famosas gallinas del Santo, una en la mano y la otra a los pies.
Santo Domingo de la Calzada es una ciudad profundamente vinculada al Camino de Santiago desde su origen, y por ello conocida como la "Compostela Riojana". Creció en torno al sepulcro de Santo Domingo, un santo protector de los peregrinos que dedicó toda su larga vida a su servicio, construyendo hospitales, puentes, e incluso un tramo del camino que discurre entre Nájera y Redecilla. Tras fallecer nonagenario en 1109, su labor fue continuada por discípulos como San Juan de Ortega.
Caminando por la calle Mayor llegamos a la Plaza del Santo, con el antiguo Hospital de Peregrinos convertido en el Parador de Turismo donde acabábamos de comer. A esa misma plaza asoma también la Catedral, con cabecera románica del siglo XII y cuerpo gótico con tres naves y girola. El gallinero, que desde el siglo XV mantiene en su interior de manera perpetua un gallo y una gallina viva, conmemora el milagro de Santo Domingo por el que salvó a un joven peregrino alemán tras ser ajusticiado después de ser injustamente acusado de robo. El Santo demostró su inocencia ante el incrédulo corregidor de la villa haciendo saltar y cantar una gallina asada. De ahí el famoso dicho popular de "Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada". En la nave central se encuentra el retablo mayor, realizado en nogal dorado, que constituye una de las mejores joyas del renacimiento español. Con 9 metros de ancho por 13 de alto, está formado por cuatro cuerpos y un movido coronamiento. Posee un derroche de ornamentación profana hecha de mitología y grutescos que no vuelve a repetirse en ninguna iglesia de España.
En el crucero, frente al curioso gallinero, se dispone el mausoleo de Santo Domingo, con una imagen de 2 metros del Santo yacente de estilo románico (siglo XII). La figura está dispuesta en un templete gótico florido de alabastro sobre una mesa que muestra a su alrededor los más significativos momentos de su vida (1513).
En la Capilla de Santiago, fundada en la primera mitad del XVI, se alza el retablo dedicado al Apóstol, obra realizada en el taller palentino del francés Mateo Lancrin (1560), presidido por la imagen de Santiago en plena batalla contra los sarracenos montado a lomos de su corcel. La sillería del coro, al fondo de la nave central, frente al altar mayor, es una obra plateresca finalizada en 1525 por Andrés de Nájera, donde la mayor parte de los relieves de los respaldos de las 33 sillas altas y 26 bajas pertenecen a la factura de Guillén de Holanda.
Y en el exterior nos encontramos con la torre campanario, de factura exenta, poco habitual en esta zona. Pero no siempre la torre estuvo separada del edificio de la Catedral. De hecho, esta es la tercera torre que ha tenido el templo.
La primitiva torre campanario medieval de la catedral de Santo Domingo, de estilo románico, se levantaba a los pies del brazo norte de crucero, justo sobre la tumba del santo patrón. Se construyó en los siglos XII-XIII y fue destruida por un rayo el 30 de Julio de 1450. La segunda torre, de estilo gótico, fue inmediatamente construida en el mismo lugar que la primera, quedando rematada con la colocación de las campanas en 1560. Pero a mediados del siglo XVIII, debido al amenazante riesgo de ruina que se cernía sobre la torre, fue desmontada.
Para evitar los problemas estructurales sufridos en los proyectos anteriores, la tercera torre, la actual, surgió como un proyecto de campanario exento, cuyas obras comenzarían el 23 de mayo de 1762 y se terminó a finales de 1765 o principios de 1766, a la par que se remodelaba la portada sur, que había quedado notablemente dañada.
Definida tradicionalmente como "la moza de La Rioja", la barroca torre de Santo Domingo de la Calzada se eleva nada menos que 69 metros desde el nivel del pavimento, lo que la hace visible desde varios kilómetros de distancia, sirviendo de inconfundible faro para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago. Y nosotros subimos hasta lo alto del campanario (siempre me encontrareis en el punto mas alto de cualquier ciudad...).
Desde allí se podía disfrutar de unas impresionantes instantaneas a vista de pájaro de la ciudad y sus alrededores, con el sol de la tarde proyectando la alargada sombra de la torre sobre los tejados y las calles.
Tanto el templo del Convento de San Francisco como el antiguo Hospital de Peregrinos, ambos monumentos convertidos en la actualidad en sendos Paradores de Turismo, parecían estar a tiro de piedra, así como la fachada del Ayuntamiento que presidía la Plaza de España.
Oteando desde lo alto sorprenden los inusitados contrastes que es posible observar desde allí: las montañas de Ezcaray y la Sierra de la Demanda juegan con las casas de la ciudad, así como la combinación de culturas,donde mujeres musulmanas con el pañuelo en la cabeza caminan junto a una de las mayores Catedrales cristianas de la Rioja.
Tras descender de la torre nos fuimos hasta el paseo del Espolón, con su pintoresco templete donde la banda de música municipal interpreta sus conciertos en verano, y allí recorrimos el embaldosado de color rojo que reproduce las etapas del Camino de Santiago, desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela. Un simbólico y divertido homenaje al Camino en esta ciudad donde su paso ha supuesto durante muchos siglos la razón de su existencia.
Y llegó el momento de la despedida de mis acompañantes hasta el día siguiente, ya que se volvían a Briviesca, donde esperaba verles de nuevo en menos de 24 horas. Las luces y sombras dejaban bonitas instantaneas entre las calles, con las fachadas y la torre de la Catedral doradas por el sol de la tarde. Y al oreo colgaban los pimientos de cristal y las guindillas, esperando a secarse.
De vuelta al albergue me encontré con la Plaza porticada de la Alameda, donde la Fuente del Corregidor dejaba correr el agua para saciar la sed de los viandantes. Un mercadillo de productos alimenticios se extendía por los soportales y la parte central de la plaza, con numerosos puestos de venta ofreciendo sus productos artesanales.
En los puestos del mercado se podían encontrar alimentos de lo más variados, desde miel y jalea real hasta quesos y panes de pueblo, pasando por los productos garrapiñados. Y en las pastelerías de la villa lucían dulces típicos de Santo Domingo, que recuerdan los gallos de la catedral cantando alegres y las conchas de peregrino enmarcando la figura de un hombre ahorcado.
Me uní a los tres amigos leoneses, referidos como las tres J's (José Emilio, Jesús y José Mauro) y a la Trini y el Julian, los dos peregrinos catalanes, y disfrutamos de un agradable café charlando despreocupadamente en unos de los salones del Parador de Turismo cercano a la Catedral.
Para todos eran las últimas horas que pasábamos en el Camino, y el sentimiento del final de una aventura en compañía de inolvidables compañeros de fatigas embargaba los ánimos de todos nosotros.
Después del café buscamos un lugar donde degustar una cena suave que nos permitiera conciliar bien el sueño. La noche se había echado encima por completo y en el paseo de vuelta al albergue disfrutamos por última vez de la erguida silueta de la torre de la catedral, amablemente iluminada en la oscuridad de la ciudad del Santo.
Mañana será la última etapa, y cada uno deberá volver a su realidad personal, a seguir viviendo fuera de esta burbuja temporal que es El Camino. Y antes de irnos a dormir nos hicimos (cómo no !!!) unas fotos de grupo como recuerdo. A la mañana siguiente Trini y Julián tenían previsto volver en autobús a sus lugares de origen. Los leoneses seguirían hasta Belorado, y desde allí cogerían un autobús hasta León. Heesup Yoon, la peregrina coreana, había llegado también a nuestro albergue, y ella tenía previsto continuar por el Camino Francés hasta Santiago de Compostela. Lo conseguirá? Seguro que sí.
Y a mi me esperaban 42 kilómetros de camino, repartidos entre El Camino de Santiago por la Riojilla Burgalesa y la Calzada Romana, fuera del Camino, que une Cerezo de Río Tirón con Briviesca, el destino final de mi aventura personal. Ya os contaré si lo consigo (que lo haré...!!!) y cómo lo he terminado... Pero eso será motivo de una nueva entrada en el blog, la última de esta serie.
El milagro del gallo y la gallina.
Cuenta la tradición que una familia alemana procedente de Ad Sanctos (Münster) iba de peregrinación caminando hacia Compostela. Al pasar por la ciudad del Santo, se alojaron en un mesón donde la moza de la casa sintió una fuerte atracción por el hijo de la familia y se lo hizo saber.
Pero el joven resistió los avances de la muchacha y ésta, humillada y rencorosa, escondió un vaso de plata en el zurrón del peregrino. En cuanto salieron los peregrinos a continuar su camino, ella le denunció al Corregidor por haberle robado el vaso. Las leyes de entonces castigaban con pena de muerte el delito de hurto y una vez fue prendido y juzgado, el inocente peregrino fue ahorcado.
Los tristes padres decidieron proseguir su romería camino de Compostela, y al salir de la ciudad fueron a ver a su hijo ahorcado. Pero cuando llegaron al lugar donde se encontraba descubrieron que su hijo seguía vivo en la horca, milagrosamente sostenido y protegido por Santo Domingo,y escucharon la voz del hijo que les anunciaba que el Santo le había conservado la vida.
Fueron inmediatamente a contarle lo ocurrido al Corregidor de la Ciudad , que en aquel momento estaba en su casa sentado a la mesa a punto de comer un plato de pollo. Al oír lo que le afirmaban los padres, el Corregidor, incrédulo, contestó con ironía que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se disponía a comer.
En ese preciso instante el gallo y la gallina, saltando del plato, se pusieron a cantar. Y desde entonces se dice el famosos dicho:
"Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada"
Entrando a la iglesia del pueblo, el peregrino medieval podía ver una caja de hierro que encerraba un gallo y una gallina, descendientes, se afirmaba, de las aves asadas que cantaron. Los peregrinos recogían las plumas caídas de las aves sagradas, o se las pedían al sacristán, y las exhibían, orgullosos, en sus sombreros. Se decía, además, que si las aves comían las migajas de pan que los romeros les subían en las puntas de sus bastones, era una señal cierta de que llegarían sanos y salvos a Compostela.
El famoso Gallinero de Santo Domingo de la Calzada, sin duda la más curiosa decoración que jamás ha ostentado iglesia del mundo, con su marco gótico tardío y sus rejas doradas, sigue alojando a un gallo y una gallina blancos, descendientes, dicen, de aquellas aves que cantaron después de asadas. Hoy en día los cantos del gallo en la iglesia se siguen considerando signo de buen augurio.
Próxima Etapa: Camino de Santiago Francés - Décima Etapa. De Santo Domingo de la Calzada a Briviesca, fin de esta aventura en el Camino...
Etapa anterior: Camino de Santiago Francés - Octava Etapa. De Logroño a Nájera
Bonito reportaje, me ha recordado a "mi camino" de hace tres años. Espero que la vuelta no haya sido dura, que como bien dices esa experiencia es como estar en una burbuja temporal y regresar a la vida cotidiana puede ser un choque.
ResponderEliminarGracias por tu recomendación de visitar el calendario de carreras de tu blog, ya me puedo ir organizando en mi plan de entrenamiento.
Yolanda, gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado la entrada. La vuelta siempre es dura (llevo tres experiencias en El Camino y el regreso siempre es un schock) pero hay que seguir en el tajo... A ver si tenemos la oportunidad de coincidir en alguna carrera... Que entrenes bien...
Eliminaren su página Web cosasdealf.com.es/2012/12/camino-de-santiago-frances-novena-etapa.htpm ; tiene una imagén que les exhorto a retirar.Eso no son ahorcaditos, y lo otro son milagros,
ResponderEliminarles pido que retiren la imagen ,Los Ahorcaditos son un producto registrado y patentado por Pasteleria Isidro, y toda copia, imitacion como es esta, o es retirada o sera denunciado a patentes y Marcas. gracias
la foto captada por ustedes acerca de los productos tipicos calceatenses es ilegal.
ResponderEliminarlo que ustedes ponen por ahorcaditos, no lo son, ni les pudieron decir,eso son imitaciones. dado que el ahorcadito es un producto registrado y patentado por Pasteleria Isidro. (http://sitadex.oepm.es/SitadexWS/index.jsp?numExp=M1750448)
Asi que les encomiendo a rectificar esa foto...dado que vulnera las leyes de patentes y registros, con el consecuente daño que estan ocasionando. espero que lo solventen. Un saludo
Estimado Anónimo. En respuesta a su primera petición/amenaza y a su segunda encomienda, he modificado el texto de mi entrada. No obstante, no retiraré la foto, ya que dicha instantánea fue tomada por mi, desde una calle de Santo Domingo, un lugar público, y no se trata de una imagen "ilegal", como asegura en su comentario. Siento que les copien su producto registrado, y que eso les cause daño, pero si tienen que denunciar a alguien les sugiero que lo hagan a los que plagian, y no a los visitantes que pasan por su ciudad comentando las bondades de la misma. Por otro lado decirle que mi blog, al igual que no quiere perjudicarles (y si lo ha hecho, lo que dudo, les pido disculpas), a la vista de las formas con que redacta su comentario, tampoco quiere hacerles ninguna propaganda entre los numerosos lectores del mismo, por lo que retiraré toda referencia a su empresa y a su producto. Reciba un cordial saludo.
Eliminarexquisito y excelente reportaje fotografico de la localidad, me ha encantado me ayudado a conocerla antes de ir.. sigue asi
ResponderEliminarPD. anecdota probamos ambos dulces y la verdad como el autentico Ahorcadito... Saludos