Día de la bicicleta en Alcobendas, una oportunidad única para recorrer las calles de la ciudad, normalmente infestadas de vehículos a motor, con la tranquilidad de l aire en la cara y la compañía del silencio. Un sueño efímero el imaginar que los coches desaparecerán de nuestras calles para dar paso a las sanas, beneficiosas y ecológicas bicicletas. Pero mantengamos el sueño, al menos por un par de horas... Es importante reseñar que Alcobendas cuenta con una de las mayores redes de carril-bici de los municipios españoles, lo que es un privilegio para poder utilizar este medio de transporte a lo largo de todo el año. No llega a ser como en los Paises Bajos, donde la cultura de la bicicleta nos lleva muchos lustros de ventaja, pero poco a poco nos vamos acercando, aunque la diferencia en la orografía también es un facor importante, de las llanuras holandesas a las colinas españolas, para extender su popularidad...
Casi no nos da tiempo a llegar a la salida desde la meta de la III Carrera Proniño 2012, pero allí estábamos Javi, Jose, Pablo y yo dispuestos a recorrer sobre nuestras monturas los 10 Km del circuito habilitado por las calles de la ciudad en esta mañana de domingo.
Muchos aficionados a las dos ruedas se dieron cita en la Plaza del Ayuntamiento para tomar la salida de esta marcha. Una fantástica "serpiente multicolor", con marcado carácter familiar, que intenta cambiar la percepción de los futuros habitantes y responsables de la ciudad en relación a los medios de transporte.
Las calles de Alcobendas, despacio, disfrutando del momento, iban quedando atrás pedalada a pedalada. Bajar por la Avenida de España dirección del Bulevar Salvador Allende se hizo sin esfuerzo, tan sólo dejándose caer pendiente abajo, con cuidado de evitar frenadas inesperadas de pequeños ciclistas. En el Bulevar, familias al completo disfrutaban del espléndido día camino de la Plaza de la Menina.
Desde la Menina comenzaba la cuesta del Paseo de la Chopera, y "el pelotón" comenzó a hacerse más denso por momentos, ya que algunos jóvenes promesas comenzaban a notar la "dureza del puerto". Los veteranos del grupo echaban una mano, en sentido literal, a los más pequeños.
Algunos jóvenes participantes disfrutaron de esta Fiesta desde un trono privilegiado, sentados tras la espalda de su abnegado porteador, que estoy convencido lo hacía con la mayor de las satisfacciones, como lo demuestra la sonrisa en su cara.
Y tras pasar frente al polideportivo de Valdelasfuentes, llegamos por la Calle Ruperto Chapí de nuevo a la Plaza del Ayuntamiento, donde se encontraba el punto final del recorrido. La organización tenia dispuesta una abundante bolsa de alimentos y bebidas para reponer energías, de la que Pablo dió buena cuenta sentado en un banco en compañía de otros jóvenes ciclistas.
Disfrutamos de una estupenda y soleada mañana de domingo en compañía de buenos amigos y numerosos seguidores de las dos ruedas. Una buena organización para una FIESTA con mayúsculas que deseamos se vuelva a repetir de nuevo muy pronto, como muy tarde el año que viene.
¡¡¡¡ HASTA LA PROXIMA !!!!
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