Tengo carnet de moto desde... bueno, desde hace muchos años, cuando cumplí los 16. El famoso A-1 que te permitía conducir motos de hasta 75 cc me reunió con una estupenda Montesa Enduro 75 que me regaló mi padre y que, por cierto, todavía funciona. Luego vino el carnet A-2, dos años después a la vez que el de coche, aunque la moto siempre fue un vehículo que utilicé en los alrededores de mi pueblo.
No ha sido hasta hace unos pocos años cuando una estupenda moto de Trail me ha llevado a recorrer carreteras y caminos por diferentes comarcas. Y en estos recorridos siempre me he sentido cercano de todos esos otros motoristas desconocidos, caballeros andantes del siglo XXI, cubiertos con sus yelmos y armaduras y montados sobre su brioso corcel. Y la única razón ha sido el "saludo motero" que siempre intercambian con cualquier otro conductor de motos que se cruza con ellos. Ese simple gesto te hace sentir arropado, rodeado de gente que te apoya aun viajando solo, y que te tranquiliza en caso de avería, problemas o cualquier otro incidente que puedas tener en la carretera.
El saludo, esos dos dedos de la mano izquierda en forma de V, lo puedes recibir en cualquier carretera, en cualquier situación, tanto en recta como en curva cuando vienen de frente, transformándose en un saludo con la pierna derecha en caso de adelantamiento, donde el lado izquierdo no se ve y no se puede soltar el puño del acelerador para formar la V con los dedos. Como puedes ver en el siguiente video, el saludo siempre está presente.
¿Y los runners? ¿Qué les pasa a los runners?
Numerosos runners se cruzan, nos cruzamos cada día mientras entrenamos por diferentes caminos, carreteras o senderos, muchos corriendo en solitario. Pero los runners parecemos estar encerrados en nuestro ritmo, en nuestros pasos, en la música, en los pensamientos, aislados del mundo y de todo lo que nos rodea. Muy rara vez se produce un saludo, un simple gesto, que acerque en su esfuerzo, en su reto personal, a los que se encuentran frente a frente por el camino.
He tenido la suerte de poder correr por diferentes países de Europa, y he observado que en otros lugares no ocurre lo mismo que en España. Mención especial merece la situación que experimenté en Francia, donde te encuentres con quién te encuentres, runner o paseante, mientras estás inmerso en un fondo largo o en un rodaje a ritmo lento, todo el mundo saluda con un movimiento de cabeza acompañado de un agradable "Bonjour" o un "Bonne soirée" que te hace sentir, a pesar de hablar en otro idioma y estar lejos de casa, muy acompañado y arropado, comunicando por el lenguaje universal del saludo el mensaje de que, en caso de cualquier incidente, el primero que pase se va a acercar para interesarte por ti.
Estoy convencido de que en España, si me ocurriera cualquier cosa mientras entreno, mucha gente se acercaría a ayudar, ¡seguro!. Pero esa realidad se reafirmaría mucho más si el espíritu runner se rubricara con un saludo cuando te cruzas con otro igual, ¿no crees?.
Al igual que los peregrinos en su Camino hacia Santiago se saludan con el consabido "Buen Camino!", desde aquí os animo a fortalecer esa unión invisible entre los que corremos con un saludo, un gesto, un simple movimiento de dedos que, ¿por qué no?, podría ser también los dos dedos levantados en forma de V que fortalezcan ese esfuerzo y compromiso que todo runner tiene con sus objetivos.
¿Compartes esta idea? Lo sabré al cruzarnos por el camino...
XXXV Carrera de la Ciencia - Madrid, 18 de Octubre de 2015.
Aunque parece que fue ayer, ha pasado casi un año desde mi última entrada en este blog. Al igual que Buggles nos cantaba que el "Video mató a la estrella de la Radio", las nuevas posibilidades de comunicación inmediatas, como WSP o FBK, están haciendo que este tipo de blogs se encuentren en declive. Tan sólo pueden perdurar mientras FBK no permita buscar posts de forma sencilla dentro de su aplicación, pero eso no tardará mucho en llegar. ¡Seguro!.
Han pasado ya siete años desde mi primera carrera con dorsal y chip, y fue precisamente en la edición XXVIII de esta misma cita. Parece que fue ayer, pero como cantaba Soledadd "Sole" Giménez con Presuntos Implicados, "cómo hemos cambiado" y cuánto ha llovido desde entonces.
Lo que me ha resultado más curioso de esta edición, una cita clásica otoñal de los corredores madrileños y de muchas otras partes de España, es que después de 7 años desde aquella primera participación, nada ha cambiado: el mismo circuito, la misma salida, los mismos chips y la misma organización. Todo exactamente igual, a pesar de que el número de gente se ha multiplicado y la tecnología de cronometraje ha evolucionado mucho.
En mi opinión, la Carrera de la Ciencia se ha quedado estancada en estos puntos y creo que algo, ¡mucho!, se podría mejorar. Lo primero los chips de cronometraje, los menos ergonómicos que conozco, todavía serigrafiados sobre la dura placa de circuito impreso cuando ya casi todas las carreras llevan el chip desechable ligado al dorsal. La moda del "vintage" está bien para algunas cosas, pero no para todo.
Lo segundo, la zona de recogida de chips y, al final de la carrera, el lugar de devolución de los mismos. Un emplazamiento muy estrecho, incomodo y poco agradable teniendo en cuenta el número de gente inscrita. Y si hablamos de los accesos a dichas zonas, tampoco brillaban por su comodidad, todo lo contrario, muy abigarrados y estrechos, con vehículos circulando por ellos al mismo tiempo que pasaban los corredores. Además, la elección del tallaje de la camiseta conmemorativa no tiene perdón de Dios, sin opción de elegir otra que no fuera la L o XL. ¡¡¡Me ha tocado un sayón que usaré como camisón de cama!!!
En tercer lugar, la zona de salida. Una carrera prestigiosa como esta, ya en su XXXV edición, debería evitar el amontonamiento de corredores con marcas diferentes en la zona de salida. La segregación por cajones en función del ritmo de carrera es algo imprescindible cuando la participación es tan numerosa. Todos nos estorbamos, tanto los que vamos mas lentos a los que van más rápidos como los que van más rápidos a los que vamos menos deprisa por querer mantener su ritmo de carrera. Nadie gana así, y si intentas evitar las aglomeraciones yendo por las aceras, corres el riesgo de golpearte con los bolardos de hierro o con las papeleras. Por favor, eviten estas situaciones... o al menos protéjanlos como lo están estos otros bolardos de Lavapiés, que además de evitar golpes, le ponen colorido a las calles.
Y por último el circuito. Serrano es una calle ancha. El lateral de la Castellana también. Pero, ¿qué me decís de la unión entre las dos? ¿No hay otra calle más ancha que la calle Recoletos? Si la salida estuviera organizada por marcas, sería menos importante (que ni así...), pero la calle Recoletos es un embudo imperdonable para una carrera de esta categoría.
Pero si nos abstraemos de todos estos "pequeños detalles", el día ha amanecido fantástico para correr. Una temperatura ideal, con 14 grados, aunque quizás con demasiada humedad para los meseteños. Pero la lluvia nos ha respetado y hemos hecho una carrera "en seco".
Mi marca ha sido mejor que la de mi estreno en estas lides siete años atrás, pero muy lejana de aquel 42:29 "histórico" con el que paré el crono cuando las distancias cortas eran mi rutina diaria. Ahora, entrenando para distancias más largas, tanto maratones como medios maratones, la chispa de la velocidad se ha diluido un tanto. Hacía más de un año que no corría un 10K en serio, sin hacer el papel de cómoda liebre, y llegar en un tiempo de 48:27 ha sido un esfuerzo de los que ya no recordaba en estas carreras.
Lo mejor de todo, la estupenda compañía del grupo de amigos que nos hemos dado cita en Serrano 113 este domingo por la mañana. Me he divertido, sobre todo tras llegar a la meta, aunque en el km 3 creía que no llegaba a cruzar bajo el reloj de la llegada.
Lo peor, el golpe que me he dado contra un bolardo de hierro a los 400 metros de la salida, que me ha retrasado casi un minuto hasta que me he repuesto y he podido continuar. Hubiera bajado de 48 minutos si no llego a tener dicho percance. La próxima vez tendré que tener más cuidado para no golpearme con uno de ellos, o bien ser tan ágil como este bolardo con saltador incorporado.
Pero bueno, habría que ir a preguntarle cómo se encuentra al trozo de metal con el que me he golpeado, porque no sabe con quién se la ha jugado!!!
¡¡¡Ya estamos en 2015!!! Cuántas cosas han pasado desde mi última entrada, ocho meses atrás, tras culminar el Maratón de Madrid del 2014.
Es imposible redactar en un sólo post todo lo acontecido desde entonces, ni tampoco tengo tiempo de ponerme a redactar diferentes entradas para cada una de las carreras en las que he tomado parte. Pero lo que si puedo hacer es un pequeño resumen que sirva de recordatorio de todos los eventos por donde he pasado desde aquella carrera, en los que he participado en general haciendo de "liebre" para diferentes amigos que deseaban realizar sus carreras en compañía.
De nuevo con Leti, junto a Miri y Ana, que se picó en la carrera Proniño de Junio y quería bajar de una hora su marca en 10Km. Tras una excelente carrera de menos a más, Leti cruzó la meta en 59'50". Prueba superada. ¡¡¡ ENHORABUENA !!!
Y desde hace unas semanas me encuentro inmerso en la preparación del próximo Maratón de Roma el 22 de Marzo de 2015, cuyo recorrido anticipa un apetecible recorrido por la mítica ciudad rodeado de historia en vivo.
Yo, por lo pronto, he acabado con el plan de entrenamiento de esta semana y he corrido los kilómetros programados para hoy. Ahora... a seguir entrenado según el programa establecido y así estar listo para el pistoletazo de salida junto al monumental Coliseum el próximo domingo 22 de Marzo.