Pero el rico refranero español también dice que Después de la tormenta siempre llega la calma. Y ayer, cuando según el reloj cuenta atrás de mi blog quedaban 37 días 11 horas y 57 minutos para que resuene el pistoletazo de salida del Maratón de Madrid 2014, fui capaz de completar mis primeros 10 Km del 2014 sin sentir molestias en mi pie izquierdo. Toda una hazaña. El arco iris de la felicidad se elevó coloreando el momento.
Parece que la tendencia ha empezado a cambiar y que la pendiente del camino ha pasado de empinada a cuesta abajo. Es un cambio importante que alegra el espíritu y eleva el ánimo de forma exponencial. Hasta la semana pasada veía con envidia, entre nubarrones borrascosos, a los corredores que invadían cada calle, cada parque, cada camino por donde pasaba. Ahora los sigo viendo, sobre todo con la llegada de la primavera y el buen tiempo que nos ha acompañado estos días, pero me siento uno más de ellos, integrado en el espíritu corredor.
Quedan pocas semanas para el Maratón. No sé lo que pasará cuando llegue el momento. Pero lo que sí sé es que tengo unas ganas locas de correr. Y este domingo me tocan 15 Km, que espero acabar con una sonrisa de satisfacción por haberlos completado y una cara de alegría por volver a estar recuperado. Tan sólo un consejo, cuando corráis, mirad dónde ponéis el pié, y si pasáis por la calle Cabo de Gata de San Sebastián de los Reyes, no piséis por el borde de la acera, que está muy desnivelada...
